“Los jóvenes ahora, en algún punto de entrevista dijimos que tenían pocos valores, pero a la hora de hablar de libertad, hablar de que me gusta lo que me representa, la gente como que se…aceptan eso. Pero las personas que son más mayores, decirte unos 40 unos 50 [años], otra generación como siempre te dicen: ‘No, sabes que, ten cuidado con lo que tú hablas, ten cuidado’. Y yo simplemente les respondo: ‘Estoy cantando lo que te afecta, tú no tienes calle, estoy cantando porque tú no tienes calle, para ver si tenemos calle y puede venir un motor de El Caribe que yo pueda pagarle 20, 30 pesos y, me deje en la puerta de mi casa porque hay calle. Eso es lo que estoy tratando de resolver como músico’. Y ya me decían: ‘Ay coño sería bueno’. Coño, sería bueno, pero tú me dices que tenga cuidado entonces, ¿Cuál es tu punto? ¿Resolverme el problema o me callo”?
“Tú tienes unos principios, tienes unos valores, que tú defiendes y, de cierto modo nadie puede hacerte salir de ese camino. Si tú decides, que yo quiero cantar algo que me represente, tú estás en tu facultad de querer hacer lo que tú quieras hacer. La quieres escuchar, la oyes, y si no, no la oyes. Simple como eso. Pero ya de ahí la quieres censurar porque no es agradable a tus oídos ya es otra cosa, ya pasa de no querer escuchar música a una censura. Y eso de cierto modo para muchas personas como yo es algo como, sabes que, está llegando mi contenido, porque si te molesta, es porque estoy diciendo la verdad”.
“Como te decía anteriormente, está esto que se llama la rendición de cuenta. Fueron varias personas, es decir dirigentes, que iban y planteaban: ‘Sí, sabes que, dimos 20 millones, se gastó 20 millones, para lo que es, para hacer lo que es la calle”. Y recuerdo que fueron como dos veces con la misma propuesta, con la misma noticia. ‘Sí son 20 millones’. Pasaba un año, pasaron dos años. ‘Ahora sí, donamos 20 millones’. ¿Y yo digo, bueno, y los primeros 20 millones que dieron dónde están? Porque ya pasaron dos años y no vemos el impacto, de estos 20 millones en la comunidad. ¿O me estás engañando o me estás diciendo para mantenerme tranquilo? ... Producto de eso sacamos un tema que se llama ‘20 millones’ y como que empezamos a indagar en estas zonas que son más desprotegidas de dónde yo vivo”.
“San Justo es un barrio dónde las personas opinan, pero no actúan y, entonces uno como que le da voz a estas personas que no hablan. Es decir, te afecta el problema, pero tú no tienes el valor de manifestarte en lo que realmente te afecta. Porque si te afecta el problema con tu hijo, tú sales del paso y tú defiendes la seguridad de tu hijo. Esto no pasa ahí como comunidad. En algún momento pasó, pero en un lugar más alejado de San Justo. Es decir, pertenece a San Justo, pero mucho más alejado de San Justo. Que la gente se manifestó y hubo resultado en momento. Me refiero a lo que es resultado, respuesta a los problemas del pueblo por parte del estado. Pero eso fue un pequeño… algo diminutivo, exacto. Pero dio paso a que se viera San Justo como un barrio residente, no sé, disidente, puede ser algo así. Por esa pequeña masa de personas que se decidieron unirse en tener una mejor calidad de vida”.
Si le molesta al Gobierno comunista mi música, es porque estoy diciendo la verdad
Lorenzo Saborí Martínez, nacido en 1989 en Guantánamo, pertenece al grupo de artistas jóvenes cubanos que utilizan su talento y éxito a favor de la lucha contra el Gobierno comunista de Cuba. Lorenzo viene del oriente del país, de un pueblo marginal San Justo en la provincia de Guantánamo. En sus canciones identifica los problemas sociales y ofrece solución, apuntando a la libertad y la democracia en el país – lo que no le agrada al régimen comunista. En un inicio Lorenzo Saborí priorizó el estilo reggaetón, sin embargo, con el tiempo derivó como cantante de rap, estilo músico de corazón.
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