Esteban Lázaro Rodríguez López

“Bueno, ‘San Isidro’ fue un antes y un después en mi vida. Porque, llegamos a San Isidro, Luis Manuel Alcántara me llamó y me dice: ‘Esteban, vamos a hacer una peregrinación, vamos a aplicar nuestra lucha ahí, a exigir la libertad de Denis Solís, un artista contratario, que lo tenían árbitramente en el Combinado de Este sancionado por ocho meses. Y nos reunimos varias personas, de periodistas independientes, de artistas plásticos, de obreros de la calle, de gente jóvenes, un grupo muy diverso, nos reunimos ahí primeramente con la intención de hacer el acto que te digo, acto de una peregrinación. Cuando vimos afuera, estuvimos rodeados completamente por la patrulla represiva de la Seguridad del Estado”.

“La cultura está adoctrinada, amenazada, se puede decir así, si tú a lo mismo dices: ‘No me interese’, si tú eres la cantadora y tú no cantas que yo quiero que tú cantes, yo te quito… tú no vas a cantar en ningún radio, ninguna televisión, simplemente va a ningún lugar público, no te lo van a permitir. Si tú eres pintor y no pintas lo que quiero que pintes, locutor y no hagas lo que yo quiero que haga, simplemente te manifiestas en otra forma, te cortan la sal y la luz, no te dejan que tu fluyes como artista, no te dejan que tú fueras como persona, y te reprimen simplemente por querer expresar tu arte libre. Tú eres artista, tú quieres arte libre. Tú no quieres que te controlen, que te digan: ‘Oye, Esteban pinta, un ejemplo, pinta, si eres pintor, pinta cuadro de la ribera’. Yo quiero pintar cuadro con flor, no a ribera. Vemos una forma y otra que la dictadura y todo esto influye, tienes que sacar un permiso, todo tiene que ver con el [Decreto] 349. El ‘Decreto 349’ era para controlar a los artistas, y una forma de presionar y tenerlos todos controlados, a todos controlados”.

“Identificándome con todas las personas, con los vecinos que me rodean, en la misma zona donde vivo, que hay muchas mujeres solteras con hijos, viven muchos ancianos que ni tienen para alimentarse. Empecé este trabajo y vi que me gustaba, pero también empecé a recibir el acoso del Departamento de la Seguridad del Estado. Según subiendo el nivel, y va subiendo la cosa de la Seguridad del Estado, simplemente, ojo, por denunciar, por hablar en mis redes sociales. Es cuando viene el ‘Decreto 370’, por el cual me multan por simplemente denunciar en las redes las cosas que están pasando en Cuba. Me empezaron a amenazar con esto. Citaron a mi esposa, eso, lo digo, era severo, la citan también para la estación de policía. Le dicen que por favor que me dejara, que me votara de aquí de la casa, amenazándola que iba a sufrir también ella las consecuencias de lo que estaba haciendo yo, también empecé a sufrir los ataque hacia mis hijas”.