“¿De la cuota? Normal, natural, como muchos los cubanos tienen su plato de comida hoy. Hoy no tengo porque salí prácticamente a buscar la vida. Pero realmente lo que comemos los cubanos, arroz, frijol y viandas, porque yo no puedo comprar un plato fuerte todos los días. Y no hay nadie quien lo compre todos los días.”
“Yo sí estoy de acuerdo que haya millonarios [en Cuba]. Está de acuerdo con la libertad económica. ¿Y qué le dice la libertad de la palabra? Cuba es libre, uno se mueve para acá, uno se mueve par allá, y sin ningún tipo de dificultades. ¿Sí? Sí. Miguelito, ¿cuántas veces usted ha viajado fuera de cuba? Exclusivamente cuando fui a cumplir la misión en Angola. Y el resto, ¿por qué usted no ha viajado afuera? Porque no estaba interesado en viajar afuera.”
“Nunca me gustó ser militante. Yo soy fidelista, cueste lo que cueste soy fidelista. Pero no del régimen comunista. O sea que el comunismo es distinto al fidelismo… Al fidelismo. ¿Y el raúlismo? No, el raúlismo no, porque raúlismo no entra en la materia, está fuera del servicio.”
“El tratamiento que me dieron aquí en Cuba, fue a principio… Que yo llego aquí, me dan el tratamiento, recupero, y de ahí me mandan un avión para Guantánamo, vuelvo y voy a la Habana en el avion para el próximo turno médico, y de ahí… Me regalaron un carro y toda esa cosa, me vendieron un refrigerador, un juego de sala, un juego de cuarto, un juego de comedor, lavadora, batidora, toda esa cosa. ¿Te lo vendieron? Sí, a bajo pre[cio]…, a costo militar.”
Miguel Ángel Gómez Caboverde nació el 29 de septiembre de 1966 en Cuba en una familia campesina, que pronto después de su nacimiento se mudó a la ciudad de Guantánamo. En 1985 se enroló voluntariamente a la misión en la Guerra de Angola, donde el 13 de agosto de 1986 fue gravemente herido por un proyectil. Le tuvieron que ser amputados ambos ojos, dejándolo completamente ciego. Después de su vuelta a Guantánamo en noviembre del mismo año, fue recibido por el Partido y el Gobierno, y en 1987 fue elegido como presidente de la ANCI (Asociación Nacional de Ciego y de Baja Visión), donde se mantuvo durante los siguientes ocho años, hasta 1994. El Período Especial de crisis económica de Cuba, lo vivió casi sin percibirlo, gracias al apoyo y subsidios por parte de la Asociación. Reside en Guantánamo junto con su esposa, hija y nieta, y sigue siendo un fidelista convencido.
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