Si fui en la calle de Cuba valiente, también lo fui en la prisión
Misael Canet Velázquez nació en Las Tunas, Cuba, el 27 de junio de 1973 y a los 37 años de edad se mudó a Camagüey donde reside actualmente. Cursó 12 grados escolares ya que su familia era de clase humilde, con padre agricultor y madre ama de casa. Sin embargo, no siempre fue así – su abuelo era hacendado pero le quitaron todas sus tierras con la Revolución Cubana en 1959, y por oponerse, su abuelo estuvo nueve años preso en la cárcel de Boniato. Misael nunca se conformó con el sistema comunista tampoco, por lo cual, cayó en el llamado índice de peligrosidad, un invento cubano que trata de separar y amenazar a todos los que podrían oponerse a él. No tanto, sin embargo, Misael. Entró en el Frente Nacional de Resistencia Cívica y Desobediencia Civil Orlando Zapata Tamayo y a pesar de fuerte persecución por el régimen, seguía en protestas pacíficas, por las cuales fue arrestado más de 200 veces y recibió un sinnúmero de golpizas. El 22 de diciembre de 2015 fue llevado preso una vez más, pero aquella vez sancionado por seis años de privación de libertad. Misael decidió realizar huelgas de hambre como forma de protesta pacífica, y llegando a la prisión, empezó la que sería la más larga – de 51 días, de la cual salió gravemente afectado en salud en una silla de ruedas. Poco después, sin embargo, hizo otra huelga de hambre de 17 días, posteriormente muchas más, reclamando la atención médica y derecho a llamadas telefónicas. Estuvo 5 años, 4 meses y 12 días preso sin recibir nada de lo que reclamaba. Salió en libertad en la primavera de 2021 y a pesar de sufrir de graves secuelas de salud, el régimen no le permite atenderse con un médico, amenazando el personal de sector salud de no recibirlo como paciente.