“El periodismo independiente está jugando un papel muy importante y debe jugar un papel cada vez más importante en la batalla por una Cuba mejor, por una Cuba democrática, por una Cuba con todo y para el buen de todos. Somos un pequeño oasis, una vez lo dije en una pequeña entrevista que me hicieron en España, un pequeño oasis de democracia, un pequeño aire de la democracia, un pequeño señuelo de lo que sería una Cuba democrática, una Cuba mejor. ¿Porqué? Porque todo el periodismo independiente que hacemos nosotros es como un desafío libertario ante el monopolio informático que tiene el sistema. Somos una voz que abre el camino, una brecha en el medio de todo el totalitarismo, de todo el control social que existe en Cuba y que es parte. El interés del Gobierno es que se mantenga férreo este control social para que Cuba nunca cambie, para que Cuba nunca tenga democracia, para que no sea un país mejor. Es un atentado contra sus privilegios, contra los privilegios de esta casta que se ha entronado en el poder en Cuba, se ha enquistado. Y le conviene seguir enquistada, porque ellos siguen con mucho privilegio. El pueblo no tiene ninguna posibilidad de mejorar. El periodismo independiente tiene un valor extraordinario en eso, gracias a internet el periodismo independiente se ha abierto nuevos caminos”.
“Y si yo por ejemplo cayera preso, porque la Seguridad del Estado me ha amenazado innúmeras ocasiones, y lo dice abiertamente así: ´Nosotros podemos meterte preso por cualquier delito´. No me dicen que delito estoy cometiendo, ellos lo que dicen que me pueden meter preso por cualquier delito, decir me pueden fabricar un delito. Entonces, como soy tan vulnerable, claro, ellos pueden hacerlo. Si me fabrican un delito, me encarcelan por dos o tres años, ¿Qué sería de mis hijos? ¿Cómo sufriría mi madre, mi esposa? ¿Cómo será la regalía para mantener a los niños, cuando la vida es tan difícil en Cuba, con un empleo no se puede mantener un hogar? Entonces es muy difícil, es una situación, es el punto más débil de nosotros. Ellos [Seguridad del estado] lo saben y lo explotan mucho eso. Tratan de hacer una guerra psicológica con la familia, con las madres, explotando este dolor, para ver si logran diezmar nuestra voluntad de hacer lo correcto. Y de hacer lo que Cuba necesita, hacerlo lo mejor, hacerlo lo más útil posible a la batalla sagrada, que yo considero sagrada, por lograr una Cuba mejor, una Cuba democrática. Yo creo que estoy contribuyendo a esto. Gracias a eso me siento útil, duermo tranquilo, porque siento que estoy contribuyendo desde mi posición con mi pequeño granito de arena a esa Cuba mejor”.
“Fui seleccionado para un curso en Praga, y mi pasaporte fue retenido, no me parece que haya sido algo casual. Se quedó escondido en una gaveta y no me lo dieron, no pude participar en el curso. Luego dijeron que había sido equivocación, que no lo habían puesto a un documento donde debían verlo reflejado. Y no pude viajar a Praga a hacer un primer curso sobre audiovisuales que tan bueno sería para el trabajo periodístico. Lo otro, después de que vine de España, cuando estaba previo al viaje a Perú, empecé a recibir algunas señales a través de algunos vecinos, que me dijeron: ´Están hablando cosas de ti, están diciendo esto y están diciendo lo otro´, sembrando el estado de opinión. Luego en el aeropuerto de San Martí en el mes de noviembre [2017] no pude viajar, me dijeron que estoy regulado [prohibido de viajar afuera de Cuba] y no podía abordar el vuelo a Lima”.
“He influenciado mucho, porque muchas de mis temáticas tratabas son específicamente relacionadas con el trabajo en el campo: la situación de los tabaqueros, precio del tabaco que afectó tantas personas, tanta gente del campo, tantos campesinos endeudados, debido a los malos manejos que ha hecho la empresa con el precio, de la burocracia de las empresas mediadoras entre la cooperativa, entre el campesino y la cooperativa, y esas empresas del estado están en el medio entorpeciendo todo el proceso productivo, porque con tanta burocracia a los campesinos les llegan las cosas cuando ya no las necesitan. Los créditos bancarios que no llegan a tiempo o que no son aprobados en tiempo y forma y afectan la producción. Y todos estos temas han sido tratado por mí en mi trabajo periodístico. El hecho de vivir en el campo, de estar en este lugar, en su particularidad, ha influido mucho mi trabajo periodístico y está presente en mi trabajo, está muy presente la temática que trato. Es la realidad”.
“Me siento muy útil haciendo Cuba un lugar mejor”.
Osmel Ramírez Álvarez nació en el año 1975 en Mayarí en la República de Cuba, en una región rural. Estudió biología en la Universidad de Santiago de Cuba, la cual la acabó en el año 1998. La carrera como biólogo investigador de Osmel no era larga y a finales de la primera década del nuevo milenio decidió empezar con el periodismo, ya que siempre le ha interesado la sociología y política. En el año 2016 empezó a colaborar con una de las revistas digitales más importantes de la oposición, con el “Havana Times”. Un año después se unió a los periodistas del otro noticiero independiente digital, al “Diario de Cuba”. Por sus actividades como periodista independiente ha sido etiquetado por el Gobierno cubano como opositor, por lo cual le ha estado vigilado y controlado por la Seguridad del Estado constantemente, ha sufrido amenazas hacia su persona y hacia su familia o sigue sin el derecho de viajar al extranjero por más que 700 días. Ha vivido varias detenciones y registros de su casa. A pesar de las dificultades sigue luchando por los derechos de cada persona denunciando las violaciones de éstos por el internet. Vive con sus hijos y esposa en Mayarí en la provincia de Holguín.
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