“Se han ahorcado muchos, otros han intentado ahorcarse, otros que se han dado candela a ellos mismos, se han incendiado. Se han abierto la barriga, abdomen, las tripas les han salido para afuera. Las auto lesiones son muchas. Pueden ser por altas sanciones, por hambre, por el rigor de la prisión para que los saquen desde dentro de la prisión a trabajar a un campamento de trabajo forcado para poder respirar un poco, porque llevan 20 años, llevan 25 hasta 30 años de la prisión. Muchos de estos presos que se han auto agredido no han matado a nadie. Sencillamente porque se robaron una vaca, mataron un caballo, porque robaron en un establecimiento del estado, en una casa. Son condenas de 25 años, 20, 25”.
“Me citaron, había una elección de esas para delegado y serían a las nueve en la mañana me llamó un amigo. Para esta votación las urnas estaban en mi paso de escalares, debajo de mi edificio. Ahí abajo. Me llamó un amigo y yo bajo a verlo. Y le dice a la jefa de la zona la que estaba al frente de eso le dice, porque yo lo escucho. Le dice: ´Mire, es el único que falta´. Cuando yo voy a ver mi amigo ya voy de espaldas y ella me llame: ‘Oiga ciudadano, compañero´. ´Dígame´. ´Mira, tu eres el único que falta en la votación aquí para nosotros irnos´. ´No, se pueden ir, yo no tengo nada que ver con eso´. ´No, ¿pero cómo qué no´? ´No tengo nada que ver. No esperen por mí, váyanse si quieren, yo no participo en eso´. ´Pero si quieres puedes dejarlo en blanco, puedes dejarla en blanco, puedes dejar tu boleta en blanco´. Le digo: ´Que no entiende, yo no quiero saber nada de eso, yo no tengo nada que ver con eso. Yo no estoy ni a favor ni de contra de nada. Yo sencillamente no tengo que ver con eso´”.
“´¿Cuántas armas había en la riña´? ´Una sola´. ´¿Quién tenía el arma´? ´La tenía él´, mi cuñado. La tenía mi cuñado. ´¿Entonces él fue que dio la puñalada?´ ´Yo no lo vi, yo no le puedo decir quien fue, porque yo no lo vi´. Pero me sancionan a seis meses de privación de libertad por haber recibido una puñalada. Sancionan a mi cuñado a un año por haber propinado cinco puñaladas y a mi amigo lo sancionan a un año por haber recibido cuatro puñaladas. Una vez que llego a la prisión, en que me doy cuenta en donde estoy y digo, yo no hago nada aquí. Mando ahí para mi cuñado que estaba en otro lugar y le explico que yo voy a apelar, porque yo no tengo porque estar preso. Mi cuñado me dice que sí, que peleé que él me va a defender en el juicio, que apelé porque yo no tengo porque estar ahí”.
“Aún existe el jefe de vigilancia, pero ya no se hace guardia, ya nadie cita a nadie para guardia. A veces pasas por un ´CDR´ [Los Comités de Defensa de la Revolución se fundaron en 1960 con el papel de desempeñar tareas de vigilancia colectiva] y ves un cartelito. Pero lo ves desteñido está siempre todos los días en el mismo lugar, lo dejaron puesto, pero ya no se hacen guardias, antes sí. Recuerdo que las mujeres hacían guardia de doce a dos en la madrugada y los hombres de dos a cinco, me parece. Sí también estaban los vigilantes nocturnos. Estos eran unos viejitos ancianos ya jubilados de 70 años, 65, ya jubilados del Centro del Trabajo y creo que le pagaban 150 pesos, entonces estos ancianos hacían ronda por los distintos ´CDR´ y las personas que estaban de guardia cuando los veían se les acercaba y les daban parte: ´No, por aquí no ha pasado nada, donde vi pasar fue uno con una camisa negra que pasó por aquí en barrio´. Siempre había una vigilancia total, pero de eso ya hace bastante tiempo, ya no se hace por aquí”.
“No soy un contrarrevolucionario, solo digo la verdad”.
Isael Poveda Silva, originario de Baracoa, República de Cuba, hoy día pertenece a los presos políticos del régimen cubano. Nació el 2 de octubre 1969 en el seno de una familia, que apoyó a la Revolución Cubana de 1959. Cuando en 1993 Isael fue condenado a cuatro meses de privación de libertad, recluido decidió actuar abiertamente contra el Gobierno cubano, participar en las marchas públicas y denunciar por internet las violaciones a los derechos humanos. Sus actividades opositoras le causaron cuatro encarcelamientos con torturas y amenazas psicológicas, numerosas detenciones por la Seguridad del Estado e inesperadas revisiones. Isael reside en Baracoa, está restringido por las autoridades cubanas sin poder viajar fuera de su cuidad o Cuba.
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