Para qué tú vayas a discutir, vayas a hacer algo, si siempre vas a salir perdiendo con el régimen comunista
La historia de Adinay Peña Díaz no es una historia sobre la política o intrigas del régimen comunista hacia el pueblo cubano, pero Adinay en su testimonio narra sobre una niña que creció en un pueblo marginal en las montañas, sin electricidad o agua potable; sobre una enfermera pediátrica que tuvo que enfrentarse a la escasez de medicamentos o a la protección personal insuficiente; sobre una mama soltera con hija pequeña y, sobre todo, sobre una mujer fuerte, como todas las mujeres en Cuba. Adinay Peña nació en 1989 en la ciudad Trinidad en la República de Cuba, pero viene de una zona campesina ubicada en las montañas. Creció en la finca de sus abuelos en Pitajones, por lo cual la ha tocado una infancia de trabajo dura. Después de sus estudios de preparatoria decidió dedicarse al sector de salud y estudió enfermería pediátrica, no obstante, en el cuarto grado fue expulsada por una falta injustificada. Adinay laboró en varios consultorios pediátricos, hasta que tuvo a su hija. Durante su trabajo como enfermera enfrentó situaciones complicadas, cuando no tenía equipo médico correspondiente para llevar a cabo las revisiones de embarazadas o niños chiquitos. La situación empeoró aún más con la pandemia de coronavirus en los años 2020 y 2021. En Cuba existe escases de medicamentos básicos, de productos de limpieza personal y de desinfección. Hoy en día Adinay se desempeña como estilista peluquera, ya que en Cuba faltan pediatras y médicos y las responsabilidades sobre los pacientes caen encima de las enfermeras, sin recursos o educación correspondiente. Reside con su hija pequeña en la ciudad Banao.