“Las persecuciones, citaciones, amenazas, guardias... No es una vida, es una sobre-vida, sobrevivimos… Pero bueno, cada día nos fortalecemos más. Y pensamos y definimos más quiénes son los malos, quiénes son los opresores. Porque lo que vivimos nosotros no es justo. Hemos recibido también amenazas, y no sólo nosotros, sino también nuestros amigos, nuestros conocidos. Y creo que también ellos [el gobierno] se encuentran con una situación... Nosotros somos una familia con principios y respetada.”
“Muchas personas jóvenes piensan como mi hijo. Pero saben que al cambiar ese camino les espera una no-vida, una persecución, un control. Muchos no se saben defender. Y son personas cotidianas, comunes. Entonces tienen que acostumbrarse a vivir… No tienen valor. O no tienen decisión de esa no-vida. Tienen valor hasta para lanzarse al mar – cientos de cubanos se morían en el mar [durante sus intentos de escape]. O tienen valor para lanzarse a la selva centroamericana para llegar a la frontera. Pero ese valor de los que se quedan allí [en Cuba], es más largo, es un camino muy largo, y deciden que no.”
“We work with the very hopeful idea that because of our work, there could be a little ray of hope and light, that Cuba could also reach the democracy, and we could be a normal country. Because right now, I guess we’re one of the very few countries which are left in all the world with such as [search for] normality.”
“Mire… Esa carrera… Era una cosa que venía desde hacía muchos años, venía poco a poco caminando. Y sabíamos que ese día iba a llegar. Pero bueno, fue duro, muy duro. Y además, sabíamos que graduarse iba a ser peor. Porque los periodistas que trabajan para el estado tienen que hacer y escribir lo que el estado les exige. O sea que trabajan para ese medio. Toda la prensa y todos los medios están controlados y trabajan para el gobierno. Sabíamos que todo eso iba a ser. Yo le pedí si estaba seguro, si sabía qué es lo que iba a estudiar. Y me dijo que sí. Ya sabía yo que todo eso era una bomba de tiempo, que venía. Y eso ha sido muy duro para nuestra familia hasta hoy. Se lo narro todo pacíficamente, muy suavemente, pero ha sido muy duro, muy fuerte, muy doloroso.”
Tenemos un rayito de esperanza en que Cuba llegue a la democracia
María Concepción Ferreiro Pulido nació el 26 de septiembre de 1955 en Cuba. En sus estudios llegó a graduarse como Ingeniera Civil. Con su marido nunca han sido partidarios de ningún partido político. En 1984 nació su único hijo Henry Constantin Ferreiro, el cual empezó a estudiar la carrera de periodismo. Sus opiniones críticas sobre el régimen comunista del país pronto resultaron en problemas con las autoridades - desde el 2006 fue constantemente siendo expulsado de diferentes universidades. De hecho, nunca se le ha posibilitado terminar sus estudios. A pesar de esta imposibilidad, empezó a trabajar de periodista en la revista Convivencia, que se enfoca en crítica del régimen. Desde aquel entonces, la familia está sufriendo de constante supervisión por parte del estado, siendo amenazada y limitada en sus derechos. Desde hace algunos años, María dejó su trabajo para poder plenamente apoyar el labor periodista de su hijo. Éste no pudo participar en la entrevista por estar en arraigo domiciliario en Cuba.
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