A mí los excesos de la política no me gustan
Carlos de la Cruz nació en 1941 en La Habana. Su familia pertenecía a la élite cubana y disponía de varios campos azucareros y otros negocios. Cuando contaba con nueve años sus padres lo mandaron a estudiar a Nueva York, por lo que Carlos regresaba a Cuba sólo en la época de vacaciones y Navidad. Después del triunfo de la Revolución cubana se quedó en Estados Unidos y estudió Economía en la Universidad de Pensilvania. Empezó a trabajar en el sector financiero, primero como analista en Nueva York y posteriormente en España, donde vivió algún tiempo, trabajando en fondos de inversión. De vuelta en Estados Unidos, hizo un doctorado de Derecho en la Universidad de Miami y trabajó como director de varios bancos importantes. Adquirió grandes empresas, entre ellas Coca Cola Puerto Rico. Durante el gobierno de Bill Clinton formó parte de una delegación gubernamental estadounidense, dirigida por el senador Graham, que viajó a la base de Guantánamo para solucionar el problema de los balseros refugiados en esta. Se dedicó también a las actividades educativas para apoyar a los inmigrantes cubanos. En 2001 tomó la iniciativa en el caso del niño cubano Elián González, quien fue encontrado en el mar por un barco estadounidense después de un intento fracasado de llegar en balsa a Estados Unidos. Además, junto a su mujer, Rosa Rionda de la Cruz, fundó un museo de arte privado en Miami. Es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos.