Diana Caridad Ángel Bello Álvarez

“Ese es uno de los porqués hoy por hoy el cubano es más oveja, mas carnero, mas sumiso, porque han ido poniendo leyes y resoluciones y es que no pueden, no pueden y no pueden hasta que, claro, a uno mismo se le va bajando la autoestima, vas sintiendo el peso encima de ti y es que al final, aunque puedas, piensas que no puedes y así es como tienen a los cubanos en Cuba, hoy por hoy, con la sensación de que no pueden luchar, de que no pueden hacer, de que no pueden pensar, que no pueden vivir, que no pueden elegir. Yo creo que ellos lo tienen muy bien pensado. Esta dictadura cubana sabe lo que está haciendo. Saben que con estas leyes van a tener a la gente mansas y sin protestar. Y así se han mantenido los 61 años que llevan en el gobierno”.

“En aquel entonces, como el caso de nosotros fue tan conocido en la ciudad de Ciego de Ávila, pues los profesores me miraban diferentes, me trataban diferente, lo mismo con mi hermana, con mis primos. De hecho, mi tío decidió abandonar la ciudad por lo frustrado que se sentía y lo mal que te hacía sentir la gente. Luego en las reuniones de la escuela tocaban los puntos, reunían a mis padres, se lo hacían saber. Mi tía que trabajaba en el CDR [Comités de Defensa de la Revolución] que es una organización del Estado, pues en las reuniones se lo tocaban porque yo creo que muchas veces lo hacen a propósito para hacer sentir mal a las personas por su manera de pensar. Y a lo largo de los años me siguió perjudicando, porque una vez intenté entrar a las tiendas Caracol a trabajar como dependienta y todavía seguía arrastrando con lo que nos pasó”.

“Empecé a ver mi vida de otra manera porque éramos más mirados por el pueblo. Llamábamos más la atención, nos señalaban con el dedo, a lo que yo llamo un bullying comunista, porque en todos los sitios te señalan como el gusano, el mercenario, el que no tiene la ideología que hay que tener porque todo está diseñado para que tengas que pensar y actuar de una manera y como no éramos así, pues yo crecí viendo las cosas desde otro punto de vista. Hay personas que para darse cuenta de lo que sucede en Cuba tienen que salir [del país] yo no. Yo desde adentro ya sabía lo que estaba pasando. Yo sabía que no era un sistema en el cual una persona no debe vivir, por la represión y el adoctrinamiento al que te ves sometido”.